La candidiasis es una infección causada por hongos del género Candida, siendo la Candida albicans la más común. Afecta principalmente áreas húmedas del cuerpo como la boca, la piel y la región genital. Es frecuente en mujeres, donde puede manifestarse como candidiasis vaginal, causando síntomas como picazón, ardor y flujo espeso.
El tratamiento depende del tipo y gravedad de la infección. Para casos leves, suelen utilizarse antifúngicos tópicos como clotrimazol o miconazol, en forma de cremas u óvulos, por 3 a 7 días. En infecciones más graves o recurrentes, se recomienda el uso de fluconazol oral, ya sea en dosis única o repetida en un esquema prolongado de 6 meses como terapia preventiva. Además, un nuevo fármaco, el oteseconazol, ha demostrado ser efectivo en casos de resistencia a tratamientos tradicionales.
En el embarazo, los tratamientos son exclusivamente tópicos para evitar riesgos fetales, mientras que en candidiasis recurrentes se evalúan factores predisponentes como diabetes o uso de antibióticos, ya que estas condiciones pueden alterar la flora vaginal y favorecer las infecciones.
La prevención incluye buenas prácticas de higiene, evitar duchas vaginales y ropa ajustada, y controlar enfermedades subyacentes como la diabetes. Aunque se han popularizado remedios caseros como el yogur o el ajo, no hay evidencia científica que respalde su eficacia.
El diagnóstico y manejo deben ser individualizados. Si los síntomas persisten o empeoran, se recomienda consultar a un médico para descartar otros posibles problemas de salud. Para más información, puedes visitar la guía de la MAYO CLINIC