La agente fiscal Yrides Ávila llevó adelante un operativo en el cual descubrió una rosca judicial que operaba para estafar y secuestrar vehículos de varias personas de buena fe. Además, durante el procedimiento también se detuvo a Humberto Concepción Rojas, presunto líder de la organización.
Según el informe, las víctimas se acercaban a una playa de autos y compraban a cuotas su vehículo. Sin embargo, al momento de pagar se creaban situaciones de errores de transacciones y otros inconvenientes, que empujaban a las personas a atrasarse en sus cuotas.
Mediante la participación de abogados, escribanos y jueces de Paz aparecía una orden de secuestro del rodado. La mayoría de los contratos se celebraban en Asunción y Central, pero los casos de supuesta falta de pagos caían en juzgados del Chaco y otras sedes con controles más debilitados.