Según el informe, la víctima salió de su casa ubicada para iniciar su jornada laboral y encontró la puerta de su rodado semiabierta.
El automóvil se encontraba estacionado en la calle, una situación común entre los vecinos de la zona debido a las reparaciones que se están llevando a cabo en las calles de acceso a las viviendas.
Al revisar el interior del coche, el trabajador se percató de que el tambor de arranque había sido forzado. Además, en el asiento del acompañante había un hierro que identificó como una llave maestra.
Tras este descubrimiento, realizó la denuncia correspondiente, señalando que el intento de robo probablemente ocurrió durante la madrugada.
Lamentablemente, la zona carece de cámaras de seguridad que pudieran haber registrado la acción de los delincuentes. Sin embargo, todo indica que, tras varios intentos fallidos por poner en marcha el motor, los ladrones desistieron de su objetivo.