26 dic. 2024

La manteca; riesgos y beneficios

Si bien aportan nutrientes importantes y beneficios específicos, su contenido en grasas saturadas requiere atención.

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La manteca, un producto de origen animal derivado de la leche, es conocida por su sabor y textura cremosa, pero su papel en una dieta equilibrada ha sido tema de controversia. Durante años, se consideró poco saludable debido a su alto contenido en grasas saturadas. Sin embargo, investigaciones recientes invitan a reevaluar su lugar en la alimentación. A continuación, se exploran los principales beneficios y riesgos de consumir manteca, basados en estudios recientes.

Beneficios

Fuente de energía

La manteca es una excelente fuente de energía debido a su densidad calórica. Según un estudio de Nutrition Journal, las grasas son la fuente de energía más concentrada y ayudan a que los alimentos se digieran lentamente, lo que contribuye a la saciedad (Nutrition Journal, 2020). Para quienes buscan una fuente rápida y duradera de energía, como los atletas, un consumo moderado puede ser ventajoso.

Vitaminas liposolubles

La manteca contiene vitaminas A, D, E y K, las cuales son esenciales para la salud ocular, ósea, inmunológica y para la coagulación de la sangre (Harvard T.H. Chan School of Public Health, 2021). La vitamina A, en particular, es abundante en la manteca, y es fundamental para la visión y el sistema inmunológico.

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Ácidos grasos beneficiosos

Aunque se relaciona comúnmente la manteca con las grasas saturadas, contiene ácidos grasos de cadena corta y media, como el butirato, que se ha asociado con beneficios antiinflamatorios. Según investigaciones publicadas en Journal of Clinical Nutrition, el butirato podría mejorar la salud intestinal al promover la integridad de la barrera intestinal (Journal of Clinical Nutrition, 2022).

Riesgos de la manteca

Contenido en grasas saturadas y colesterol

La manteca es rica en grasas saturadas, las cuales, en exceso, pueden elevar los niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”. Esto incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según lo indica un estudio de la American Heart Association (AHA, 2021). La AHA sugiere limitar el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de las calorías diarias para reducir estos riesgos.

Calorías y aumento de peso

La manteca es un alimento calóricamente denso; una cucharada contiene alrededor de 100 calorías. Su consumo excesivo puede contribuir al aumento de peso, sobre todo si se combina con otros alimentos ricos en grasas. Esto es especialmente relevante en dietas desequilibradas donde la actividad física es insuficiente. La obesidad, en sí misma, es un factor de riesgo para diversas enfermedades, como la diabetes tipo 2 y la hipertensión (World Health Organization, 2020).

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Posibles efectos inflamatorios

Aunque el butirato en la manteca tiene propiedades antiinflamatorias, el consumo excesivo de grasas saturadas en general podría provocar inflamación en algunos individuos. Un artículo en The British Medical Journal señala que un exceso de grasas saturadas puede aumentar marcadores inflamatorios en el cuerpo, especialmente en personas con antecedentes de enfermedades inflamatorias (BMJ, 2022).

A tener en cuenta

La manteca no es necesariamente “mala” ni “buena”; su impacto depende de la cantidad y de los alimentos con los que se acompaña. Para quienes llevan una dieta equilibrada y un estilo de vida activo, la manteca en cantidades moderadas puede ser parte de una alimentación variada. Sin embargo, para personas con condiciones como colesterol alto o riesgo cardiovascular, reducir su consumo podría ser beneficioso.

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