El sueño es una función biológica esencial que permite al cuerpo y a la mente descansar, recuperarse y funcionar de manera óptima. La cantidad de horas de sueño necesarias varía según la edad, el estilo de vida y la salud general de cada individuo.
Los expertos, como los de la Fundación Nacional del Sueño, recomiendan un promedio de 7 a 9 horas de sueño por noche para adultos. Sin embargo, esta cantidad cambia dependiendo de la etapa de la vida: los recién nacidos necesitan entre 14 y 17 horas, los adolescentes de 8 a 10 horas, y los adultos mayores pueden requerir algo menos, entre 7 y 8 horas.
Dormir lo suficiente tiene beneficios directos para la salud física y mental. Un descanso adecuado mejora la concentración, el rendimiento cognitivo, fortalece el sistema inmunológico y regula el estado de ánimo. Por el contrario, la falta crónica de sueño está asociada con problemas graves como la obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y depresión.
No solo importa la cantidad, sino también la calidad del sueño. Despertarse varias veces durante la noche puede reducir los beneficios del descanso, incluso si se logran las horas recomendadas. Factores como el estrés, el uso excesivo de pantallas antes de dormir y una rutina irregular pueden alterar el ciclo del sueño.
Por último, escuchar al propio cuerpo es clave. Algunas personas pueden sentirse perfectamente descansadas con 6 horas, mientras que otras necesitan más de 8. Lo importante es encontrar el equilibrio que permita despertar con energía y mantenerse alerta durante el día.