Japón conmemora fin de Segunda Guerra Mundial entre críticas de Pekín y Seúl

15 de agosto de 2015

Hace 70 años, Hirohito, padre del actual emperador Akihito, habló por primera vez en radio para anunciar la rendición de Japón, pocos días después de los bombardeos nucleares sobre Hiroshima (6 de agosto) y Nagasaki (9 de agosto).

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Japón conmemora este sábado su capitulación sin condiciones el 15 de agosto de 1945, que puso fin a la Segunda Guerra Mundial, entre críticas de sus vecinos y la visita de dos ministras al controvertido santuario de Yasukuni, donde se honran criminales de guerra, entre otros.

Yasukuni rinde homenaje a unos 2,5 millones de soldados muertos, pero la cólera de los países vecinos de Japón procede de la inscripción en 1978, en secreto, de los nombres de 14 criminales de guerra condenados por los aliados.

"Vengo a homenajear a aquellos que se sacrificaron por su país" y "recé porque se mantengan los esfuerzos en favor de la paz en Japón y en el mundo", declaró Arimura a los periodistas.

"Se trata de una cuestión nacional y esto no debería generar problemas diplomáticos", subrayó, por su parte, Takaichi.

Para recordar la capitulación de Japón, el emperador Akihito y la emperatriz Machiko deberán participar mucho más tarde este sábado junto a Abe en una ceremonia oficial prevista en Budokan, en el centro de Tokio. El emperador nunca visitó Yasukuni.

La última visita a Yasukuni de un jefe de gobierno en ejercicio un 15 de agosto remonta a 2006. Entonces, el conservador Junichiro Koizumo se convirtió en el único en realizar este gesto el día de la capitulación, junto a otro jefe de gobierno de derecha, Yasuhiro Nakasone, en 1985.

Para el parlamentario Koichi Hagiuda, consejero del primer ministro, Abe "estimó preferible no venir, pero sus sentimientos hacia Yasukuni y su reconocimiento a los muertos durante la guerra permanecen intactos".

Estas conmemoraciones llegan un día después de la declaración oficial del primer ministro japonés, quien expresó su "pésame eterno" por las víctimas de la guerra y calificó de "irrevocables" las disculpas presentadas anteriormente por Japón por sus actos, en particular en el continente asiático.

El jefe de gobierno conservador, cuyas declaraciones se esperaban con impaciencia en China y en las dos Coreas, también instó a eximir a las generaciones futuras de disculparse, lo que provocó la ira de sus vecinos.

Hace 70 años, Hirohito, padre del actual emperador Akihito, habló por primera vez en radio para anunciar la rendición de Japón, pocos días después de los bombardeos nucleares sobre Hiroshima (6 de agosto) y Nagasaki (9 de agosto).

"En el 70 aniversario del fin de la guerra, me inclino ante las almas de todos los que murieron, tanto en nuestro país como en el extranjero. Expreso mis sentimientos de profunda pena y mi pésame eterno y sincero", dijo el viernes por la noche Abe en su declaración oficial.

Fuente: lainformacion.com

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