25 de agosto de 2015
En Estados Unidos, los casos de “segundo cáncer” se están haciendo cada vez más comunes. Se estima que uno de cada cinco casos nuevos de la enfermedad, corresponde a un paciente que ya ha tenido un cáncer anterior, pero que no es metástasis de éste.
Otro estudio publicado hace dos años, encabezado por Julia Rowland, investigadora del Instituto Nacional del Cáncer (Bethesda, EE.UU.) ya adelantaba que dos tercios de los sobrevivientes a un cáncer alcanzaría los 65 años.
En Chile la situación no es distinta, y aunque no hay cifras que den cuenta de este aumento, los especialistas sí ven más casos de segundos y terceros cánceres.
Mauricio Mahave, oncólogo y jefe de quimioterapia de la Fundación Arturo López Pérez, explica que esto ocurre porque cada vez los tratamientos son más efectivos y hay muchas personas que le ganan la batalla al mal o logran vivir muchos años con él. “Se estima que las personas que tuvieron un cáncer tienen un 16% más riesgo de tener otro que la población general. Sobre todo cánceres que están relacionados con el cigarrillo y más aún, si pese a sobrevivir un primer cáncer, siguen fumando porque el agente cancerígeno sigue actuando en el organismo”, señala.
El especialista recuerda un caso clínico en el que el paciente ha logrado sobrevivir a cuatro cánceres en cinco años: un cáncer de lengua, uno pulmonar, y luego de vejiga y de riñón.
Manuel Alvarez, director del Centro Clínico del Cáncer de Clínica Las Condes, explica que en oncología existe un área denominada prevención terciaria, y que se encarga precisamente de la prolongación de la sobrevida de los pacientes, los que se curan y aquellos que viven mucho tiempo con cáncer y que tienen un leve aumento del riesgo de tener un segundo que el resto de la población. “Si el segundo es pesquisado a tiempo, tiene un buen pronóstico. La recomendación para estos pacientes es realizar sus controles en forma periódica, tener una vida más sana y realizarse los estudios de imágenes cuando corresponda”, señala. Varios pacientes de los que participan en el programa de prevención terciaria de Clínica Las Condes, son sobrevivientes de hasta cuatro cánceres.
Ronny Muñoz, subdirector médico del Instituto Nacional del Cáncer dice que los casos de segundos cánceres y e incluso de terceros, han ocurrido siempre. “Biológicamente, siempre estamos generando células neoplásicas y nuestro sistema inmune las va destruyendo. Pero hay personas que tienen una dificultad en su sistema inmune que no las destruye y permite que se generen tumores”, explica. Son personas que genéticamente están más predispuestas y por lo tanto tienen un mayor riesgo.
Los pacientes que más riesgo tienen de hacer nuevos cánceres, son los pacientes que siendo niños, jóvenes o adultos jóvenes sobrevivieron a la enfermedad. Ellos de seguro vivirán muchos años más, aumentado la posibilidad de hacer otro cáncer, porque la edad es un factor de riesgo para esta enfermedad.
Dificultad de tratamiento
Cualquiera sea el motivo del segundo o tercer cáncer, las posibilidades de tratarlo se limitan. “Cuando alguien hace un segundo cáncer por ejemplo de cabeza y cuello, y ya tuvo la dosis máxima de radiación por uno anterior, hay que ver un tratamiento alternativo. No se puede tratar como si fuera el primero. Se tiene que reemplazar la radioterapia o el fármaco de la quimioterapia o hacer cirugía pura”, señala Muñoz.
Alvarez añade que en la década de los 70, e incluso de los 80, el tratamiento del la enfermedad tenía la lógica de tratamientos más extensos en el tiempo y con dosis más fuertes porque el fin era terminar con él. “Hoy aprendimos que tenemos que tratar cada cáncer con la menor dosis posible. Además, contamos con tratamientos mucho más seguros que le permiten al paciente vivir más tiempo”, dice.
Fuente: latercera.com