25 de agosto de 2015
Drama en los 10.000 metros femenino del Mundial de atletismo de Pekín. La estadounidense Molly Huddle levantó los brazos para celebrar su tercer puesto… y su compatriota Emily Infeld le ‘robó’ la medalla de bronce.
Las lágrimas de una contrastaban con la felicidad de la otra. Ya lo dice el refrán: "no hay que vender la piel del oso antes de cazarla".
Lo peor de la historia es que la inocencia de Huddle o sus ganas de celebrar los éxitos ya le jugaron una mala pasada muy similar hace tres años. En 2012, durante los campeonatos estadounidenses de cross, la fondista encaró la cinta de meta con una mínima ventaja sobre Sarah Hall. Su rival apretó los dientes mientras ella alzaba los brazos... ¡y se quedaba sin victoria!
Fuente: MARCA.com