28 de agosto de 2015
Muchos de los comercios del poblado ubicado al extremo oeste de Venezuela permanecen cerrados en parte porque, según los habitantes, sus dueños son colombianos y quedaron varados al otro lado de la frontera.
EFE.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, apretó este jueves más la tuerca a la crisis fronteriza con Colombia al negarse a abrir el paso hasta que el país vecino prohíba la venta de productos venezolanos de contrabando, al tiempo que llamó a consultas a su embajador en Bogotá.
Entretanto, las zonas limítrofes como la venezolana ciudad de San Antonio, al borde de la frontera con Colombia, que fue hasta hace poco un corredor por el que circulaban libremente de forma ilegal mercancías destinadas al contrabando, se ha quedado paralizada con el cierre de los cien kilómetros fronterizos.
Muchos de los comercios del poblado ubicado al extremo oeste de Venezuela permanecen cerrados en parte porque, según los habitantes, sus dueños son colombianos y quedaron varados al otro lado de la frontera.
Pocas tiendas se mantienen abiertas, la mayoría de ellas de alimentos o medicinas ante las que aguardan largas filas de venezolanos que desde la madrugada se forman para comprar los productos que estén disponibles.
Artículos de higiene personal, y algunos alimentos como el arroz, pastas, leche, o café, solo pueden encontrarse a través de revendedores clandestinos que ofertan el producto incluso por 30 veces su valor.
Mientras, Maduro concretó hoy sus condiciones para reabrir los cien kilómetros de frontera que están cerrados desde hace una semana.
El mandatario exigió la prohibición de que se vendan en Colombia los productos venezolanos sacados de contrabando.
Asimismo, el gobernante pidió que se deje de "atacar el bolívar" desde la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta en la que operan casas de cambio y desde donde, aseguró, se promueve la devaluación de la moneda venezolana.
Los requisitos del jefe de Estado se dieron a conocer un día después de que las cancilleres de Venezuela, Delcy Rodríguez, y de Colombia, María Ángela Holguín, sostuvieran un encuentro en Cartagena en el que se manifestó el compromiso de las autoridades colombianas de trabajar con las venezolanas para demostrar que juntas pueden tener "una frontera de paz".