Los bebés inmigrantes que nacen en el medio del mar

16 de septiembre de 2015

Entre los miles de refugiados que tienen la esperanza de instalarse en Europa para iniciar una nueva vida hay mujeres embarazadas a punto de dar a luz. Lejos de intimidarse por su condición, creen que tienen aún más motivos para escapar de la guerra y el hambre.

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Los bebés llevan los nombres de la esperanza, la lucha y la gratitud. Una palabra con la que sus padres inmigrantes puedan resumir lo que para ellos significa esta nueva etapa. Una mujer nigeriana llamó a su pequeña bebé “Gift” (“Regalo”) tras su complicado nacimiento en un barco de la Marina italiana que la llevó y fue su sala de parto luego de que la rescataran del mar Mediterráneo. Una mujer de Ghana llamó a su beba "Angela Merkel Ade" en una muestra de su admiración a la canciller alemana. Otra madre inmigrante que pasó momentos difíciles para traer al mundo a sus mellizos los llamó “Lucky” (“Suerte”) y “Hope” (“Esperanza”).

Entre los de miles de refugiados que tienen la esperanza de instalarse en Europa para iniciar una nueva vida hay mujeres embarazadas. Ya sea entre quienes cruzan el mar o entre quienes aguardan en las fronteras europeas para tratar de llegara a destino, hay decenas y decenas de mujeres que quieren dar a luz a sus hijos a un mundo sin guerra y sin hambre.

Días atrás, un bebé de cinco días de vida y dos mujeres cursando el noveno mes de gestación de sus embarazos estaban entre quienes fueron rescatados en Sicilia luego de que el bote en el que viajaban naufragara. 

“Es peligroso, pero estas personas están desesperadas”, dijo Meron Estefanos, director de Eritrean Initiative on Refugee Rights. “Ellos piensan que o morirán con sus bebés sin nacer o que si tienen suerte lo lograrán”.

Muchos de los bebés recién nacidos que logran sobrevivir parecen tener la posibilidad de un un futuro con tanta esperanza como su nombre lo indica, especialmente después de las políticas implementadas por Alemania para abrir sus fronteras, decisión que fue frenada días atrás tras anunciarse mayores controles para la entrada al país. 

Pero no todas las historias tienen un final feliz. Algunos recién nacidos mueren en los naufragios de las débiles barcazas que los trasladan o por falta de atención médica. Incluso aquellos que sobreviven pueden enfrentar problemas de salud causados por el estrés y por heridas sufridas por sus madres, quienes muchas veces están desnutridas y fueron maltratadas y abusadas por los traficantes de personas.  

Cuando un barco que llevaba unos 500 inmigrantes a bordo naugragó cerca de la isla italiana de Lampedusa en octubre de 2013, una de las mujeres que perdieron la vida era originaria de Eritrea. Se ahogó mientras daba a luz a su bebé. Cuando la Guardia Costera italiana halló su cuerpo, aún estaba unida a su bebé por el cordón umbilical.

Días atrás, un recién nacido murió cuando se hundió el barco en el que viajaban unos 152 refugiados sirios que intentaban cruzar desde Turquía hacia Grecia. 

No hay una conciencia real sobre la cantidad de mujeres que emprenden el viaje hacia Europa y están embarazadas. Pero lo que sí se sabe es que quienes huyen de Siria o de otras zonas de conflicto están tan desesperados que estar embarazadas, incluso con embarazos muy avanzados, no las detiene. Siente una urgencia aún mucho mayor de escapar de esas zonas de conflicto y de horrorosas condiciones.

Amina Asmani, de Siria, enfrentó el cordón policial que les impedía el paso en Macedonia, tras lo cual logró subirse a un tren junto a su marido y su bebé de apenas diez días de edad que había nacido en una isla griega en otra etapa de la travesía. “Los policías nos dejaron ingresar al tren porque sintieron pena por el bebé”, le contó a la agencia AP.

Barbora Sollerova, una partera que trabaja en el Dignidad I, el barco de Médicos Sin Fronteras que se dedica a rescatar inmigrantes cerca de Malta, contó que alrededor del diez por ciento de las mujeres que suben a bordo están embarazadas.

Recientemente esa embarcación rescató a una mujer nigeriana a punto de parir. Quiso llamar a su bebé “Dignity” (“Dignidad”) en honor al barco.

Fuente: AP / clarin.com

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