Cataluña es una cuestión interna de España, para Europa

28 de septiembre de 2015

Bruselas se negó esta mañana a comentar acerca de los resultados de los comicios de ayer, a pesar de que había recordado a Cataluña varias veces que la independencia la dejaría automáticamente fuera de la UE.

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La Comisión Europea "tiene por costumbre no hacer comentarios sobre elecciones regionales". Con esas palabras, Margaritas Schinas, portavoz del brazo ejecutivo de la UE, quiso descartar esta mañana cualquier intromisión en el debate generado en España tras las elecciones catalanas. Para Bruselas, es "un asunto interno".

El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker ni siquiera habría hablado esta mañana con Madrid o Barcelona. Su portavoz añadió que "no corresponde a la Comisión Europea expresar posiciones sobre cuestiones referidas a la organización institucional interna de un estado miembro". Schinas tampoco quiso entrar al trapo tras una pregunta que le inquiría sobre si no sería conveniente que Bruselas pidiera diálogo entre Madrid y Barcelona. "No tenemos nada que añadir", respondió.

Desde Berlín, Steffen Seibert, portavoz de Angela Merkel, fue más claro. Según la interpretación del gobierno alemán, Cataluña debe cumplir los tratados europeos y la constitución española, que no permite una declaración de independencia de una región. Seibert explicó que su gobierno "está convencido de que es importante que con todo lo que está ocurriendo en estos momentos, se mantenga el Estado de Derecho, con los tratados europeos como con la legislación nacional, en este caso con la constitución española".

Lo que sí ha hecho Bruselas varias veces en la última década es recordar a Cataluña que la independencia la dejaría automáticamente fuera de la UE porque sería un nuevo Estado y los tratados europeos no serían de aplicación en su territorio.

Los independentistas catalanes aseguran que ese escollo puede solventarse con buena voluntad política, pero si la declaración de independencia es unilateral difícilmente Madrid tendría la voluntad política de defender ante sus 27 socios europeos la continuidad en el club de Cataluña, que además debería tener el acuerdo de todo el bloque.

Bastaría con que un país de los 28 vetara su entrada para que una hipotética Cataluña independiente se quedara fuera del bloque. Varios gobiernos europeos tienen sus propios problemas de regiones con tendencias separatistas, como el Reino Unido con Escocia, Bélgica con Flandes o Italia con Padania.

Fuente: clarin.com

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