24 de noviembre de 2015
A los 14 años, Xiao Yun se escapó de la casa de sus padres y se mantuvo desde entonces jugando en uno de los 2 mil locales establecidos en China, hasta que la encontraron.
En los países asiáticos, los videojuegos en línea (y en especial los cybercafés) son una cultura aparte. El fanatismo llega a niveles insospechados, y el aislamiento provoca situaciones como la de un joven taiwanés fallecido tras tres días ininterrumpidos de juego, o mujeres que dan a luz mientras los demás continúan su partida, entre otros.
En Japón el problema va más allá, y se cree que existen unas 70 mil personas durmiento en cybercafés, con casi 7 mil viviendo de forma permanente. Un ejemplo de ello es el corto "Japan's Disposable Workers: Net Cafe Refugees", que muestra la solitaria vida de empleados temporales con bajo sueldo, y que no tienen la posibilidad de acceder a un departamento propio. De esta forma, se las arreglan sólo pagando lo correspondiente a las horas de internet, lo que les da derecho a servicios sanitarios, un PC y un cubículo privado, que finalmente se transforma en su residencia.
Por ello no extraña la historia de Xiao Yun, una mujer china de 24 años que cuando era una adolescente se escapó de la casa de sus padres en la provincia de Zhejiang, y al no ser encontrada fue dada por muerta.
Sin embargo, a 10 años de su desaparición fue localizada por las autoridades locales mientras jugaba al título online en primera persona CrossFire en un cybercafé.
De acuerdo a su versión, Yun había discutido con sus padres cuando tenía 14 años y desde entonces ha sobrevivido en uno de los 2 mil cybercafés de la ciudad trabajando en los mismos locales, y pernoctando en aquellos que mantenían su actividad durante la noche. Ahora debe pagar una multa de poco más de 150 dólares por resistirse a su detención.
Fuente: Inquirer / latercera.com