¡Hoy es el Día de la Virgen de Caacupé!

8 de diciembre de 2015

El pueblo paraguayo, en su gran mayoría, hoy está de fiesta. Se celebra el Día de la Virgencita de la Villa Serrana.

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La Virgen de Caacupé, para muchos la madre de los paraguayos, recibe hoy el cariño de los feligreses. 

Como es costumbre, cada año una multitud la visita en la ciudad de Caacupé, para agradecer los favores recibidos y pagar las promesas hechas. 

En el día de la Inmaculada Concepción, la Virgen de Caacupé, recordamos una de las frases del actual papa Francisco: “Ella es Paraguaya, ella es de Caacupé, y no hay paraguayo que no la quiera. Nos dice que también está dispuesta a ayudarnos, a llevar adelante la patria y la fe. Por eso es doblemente gloriosa, por ser la madre de Dios y por ser paraguaya. Es la mujer más gloriosa, es la madre de la fe”. 

Un poco de historia

La imagen fue tallada en madera por el indio José, que ya había sido catequizado por los franciscanos y quien se vio acosado por las tribus salvajes como los pajaguaes o guaikurues, por lo que talló la imagen para que lo salve. 

Cuenta la historia que, de un mismo tronco, el indio José talló dos imágenes. La primera, también indicada como la original, se encuentra hasta hoy en el Santuario de Caacupé y la otra en la ciudad de Tobatí.

"Esto está un poco revestido de leyenda, pero la realidad es que los misioneros estuvieron aquí y enseñaron el evangelio, el amor a Cristo y la devoción a la Virgen María", manifestó Marciano Toledo, sacerdote e historiador.

Por otra parte, existen documentos que demuestran que la imagen de la Virgen de los Milagros se encuentra en el Santuario de Caacupé desde el año 1750, fecha en que doña Juana Curtido de Gracia donó el terreno para una capilla, hoy Santuario. Antes, la imagen recorría casa por casa, sin un lugar fijo. 

En 1854 un rayo destruyó el rostro de la imagen, por lo que Don Carlos A. López mandó buscar a un español, experto en restauración, que reconstruyó la imagen. "Algunos dicen que el rostro era muy rústico y que ahora tiene uno mucho más bello y sofisticado", señala el padre Marciano Toledo.

La primera joya que recibió como donación fue una corona de oro y plata, regalo de doña Inocencia López de Barrios, hermana del Mariscal López. Sin embargo, la joya fue llevada por los brasileños luego de la Guerra del 70 y se dice que se encuentra en el Museo de Petrópolis, entre los trofeos de guerra.

Posteriormente, luego de 15 años, se realizó nuevamente una peregrinación y se agrandó la iglesia, acrecentándose más la devoción a la Virgen. Tanto es así que, para la Guerra del Chaco, Caacupé se convirtió en el altar de la patria.

De esta manera, el sacerdote e historiador hace un relato de la leyenda e historia que rodea a la imagen de la Virgen de los Milagros de Caacupé, que aglutina a unas cuatro millones de personas al año, cada 8 de diciembre. 

Fuente: UH

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