12 de febrero de 2016
El pequeño animal permaneció quieto con una gran sonrisa en su cara, llegando incluso a perder el equilibrio.
Un placentero momento vivió un perro Pomeranian luego que llegara el día de su corte de pelo.
El pequeño Spitz reaccionó de la manera más adorable desde que las tijeras comenzaron a recortar su pelaje, sonriendo sin parar y llegando incluso a perder el equilibrio ante el relajante episodio.
Aparentemente, es la actividad favorita del diminuto can.
Fuente: 24horas.cl