24 de febrero de 2016
Evo Morales, presidente de Bolivia, aceptó su derrota en el referendo, en el que fue rechazada una reforma constitucional sobre su reelección, e indicó que el oficialismo habrá perdido una batalla, «pero no la guerra».
En una rueda de prensa en La Paz, Morales afirmó que respetará el resultado del referendo e interpretó que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), tiene un "voto duro" del 50 por ciento que le respaldó pese a la "guerra sucia" y a la "discriminación" de las que dijo ser víctima durante la campaña.
"Excepto este referendo, todo les hemos derrotado, todas las batallas. Ahora será que hemos perdido una batalla, pero no la guerra", sostuvo el gobernante.
En el referendo del domingo, el "no" se impuso con un 51,31 por ciento frente al 48,69 por ciento del "sí" con un cómputo del 99,49 por ciento de los votos, informó anoche el órgano electoral. EFE