El 10 de octubre de 2003 fue declarado el Día mundial Contra la Pena de Muerte.

Este acontecimiento fue organizado por la Coalición Mundial Contra la Pena de Muerte, la cual agrupa a ONGs, asociaciones de juristas, sindicatos, autoridades locales y todo tipo de organizaciones que se dedican a la lucha contra la pena de muerte.

Los informes más recientes indican que 25 países ejecutaron a personas encarceladas en 2008 y 19 en 2009, siendo esta última la cifra más baja registrada por Amnistía Internacional hasta la fecha. En 2010 se tuvo constancia de que se llevaron a cabo ejecuciones judiciales en no menos de 23 países. El número que rechazan la práctica ha disminuido considerablemente en los últimos 10 años, pasando de los 108 de 2001 a los 139 de estos últimos años.

Entre los países que más ejecuciones llevan a cabo, siguen destacando Arabia Saudita, China, Estados Unidos, Irán y Yemen, vulnerando en algunos casos de forma flagrante las normas internacionales de derechos humanos. Entre los métodos más utilizados en 2010 para llevar a cabo las ejecuciones, continuaron siendo la decapitación (Arabia Saudí), electrocución (Estados Unidos), ahorcamiento (Bangladesh, Botsuana, Corea del Norte, Egipto, Irak, Irán, Japón, Malaisia, Singapur, Siria, Sudán), inyección letal (China, Estados Unidos) y arma de fuego (Bahréin, Bielorrusia, China, Corea del Norte, Estados Unidos, Guinea Ecuatorial, Somalia, Taiwán, Vietnam, Yemen).

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