Trabajó durante 6 años localizando explosivos, salvando así la vida de muchos de sus compañeros del ejercito estadounidense y sus aliados. Olfateando los explosivos se ganó el cariño de sus camaradas durante su estancia en Afganistán e Irak.  

Fue en el año 2012 cuando perdió su pata. Después de localizar unos 40 kilos de explosivos siguió buscando más. Fue una segunda carga la que detonó, hiriéndo gravemente a Lucca que no solo perdió una pierna, también sufrió quemaduras graves por todo el cuerpo.

Gracias a la rápida intervención de sus compañeros, que la llevaron montada en helicóptero en sólo 10 minutos a la sala de operaciones, y de los servicios médicos pudo sobrevivir a la explosión. Aunque los cirujanos tuvieron que amputar su pierna delantera izquierda para que pudiese salir adelante.

Ahora Lucca, que actualmente tiene 12 años, ha sido galardonado por todo su trabajo. Una organización caritativa británica le premió con la medalla que se asigna a los animales que participaron en conflictos bélicos. Este premio se otorga desde la Segunda Guerra Mundial y honra la valentía que mostró en sus años en activo.

Para recibir el premio fue a Londres con Christopher Willingham, con el que trabajó durante bastantes años y junto al que hoy en día vive en una casa en California. Tras este galardón, Willingham dice que lo que tiene que hacer ahora es descansar y tumbarse en el sofá para poder así pasar más tiempo con su familia. 

Fuente: lainformacion.com// europapress.es