7 de abril de 2016
¿Por qué enamorarse de una paraguaya? Hay una frase que dice que a veces las cosas se ven mejor desde afuera. Esta es la historia de Kai Rühl, un joven alemán que además de quedar encantado con nuestras tradiciones, comidas y costumbres, se maravilló con una mujer con la que hoy está comprometido.
Kai Rühl compartió su historia a través de Facebook. Rápidamente su relató se viralizó a través de esa plataforma pues los detalles de la descripción más allá de ser divertidos, contienen una gran ternura, en la cual el paraguayo debería sentirse orgulloso de poseer algo único en el mundo: la simpleza y hermosura de la mujer paraguaya .
“Cuando tenía 15 años y mi tía recibió un estudiante de intercambio de Paraguay en su casa. Jamás me iba a imaginar que eso iba afectar mi vida tan fuerte que 10 años después yo estaría comprometido con una paraguaya”, afirma Kai.
“Lo que me gusta de esa historia es cómo nuestras decisiones pueden tener un impacto en nuestras vidas y también las de muchas otras personas. Me fascinan cuantas decisiones a veces son necesarias para que dos caminos en la vida se crucen”, agrega en su relato.
Kai Rühl nos cuenta a través de su blog (kairuehl.wordpress) los factores más importantes por los cuales casarse con una latina, especialmente con una paraguaya:
1. Conocer la vida desde otra perspectiva
Estar en una relación con una pareja de otro país es como ser niño otra vez. No solo aprendes un nuevo idioma sino también las reglas y costumbres de otra cultura. Te da la chance de conocer toda la vida de otra perspectiva. Al estar con una pareja que viene del mismo lugar que vos, a nivel cultural no hay muchas cosas que descubrir. En cambio si vos y tu pareja crecieron en otro país te da mucha curiosidad, sobre cómo era la infancia, la adolescencia y hasta hablas sobre que galletita comió tu novia en la escuela. También te conoces mejor a vos mismo y empezas a mirar con otros ojos a tu propio país. Cosas que ya te habías acostumbrado volvés a valorar. Costumbres que te eran normales empezas a cuestionar.
2. Nuevas costumbres
Estar con una latina, hizo que me libere de muchas de mis viejas costumbres. Como esa mala y horrible costumbre, de llegar siempre puntual a todos lados. De repente es un poco conflictivo vivir sin esa costumbre en Alemania… Hablando en serio: Uno crece en un ambiente dónde todo el mundo te enseña más o menos las mismas reglas. Estar y tener que arreglarte con alguien que lleva otras costumbres te hace crecer como persona, porque te das cuenta que tu forma de vivir no es la única manera de hacer las cosas y mucho menos la mejor. En mi caso vi lo cuadrado que soy. Aprendí a ser más espontáneo y que no hace falta planear todo. Hasta hoy mi novia se burla de cuando hice un plan para cada actividad con horarios y todo, la primera vez que me visitó en mi ciudad. Ganas o no, a las 17hs. se toma un helado. Por qué? Porque así dice el plan. Y el sagrado plan hay que cumplir!
3. Aprenderás a bailar
Los alemanes no somos un pueblo a lo que la gente se refiere como una cultura que lleva el ritmo en la sangre. Y no deberíamos! Cada vez que salgo con mi novia a bailar me siento como Reuben (Ben Stiller) en la película “Mi novia Polly” cuando entra por primera vez a una discoteca de Salsa. Es algo desesperante ver como muchas personas instintivamente saben cómo mover sus extremidades para que quede bien con la música mientras vos le pareces a Ironman. En toda mi desesperación hasta me metí en un curso de bailes latinos. Después de 2 meses finalmente puedo decir…no sé bailar!
4. Engordar juntos
Estar en una relación internacional te abre un nuevo mundo culinario. Para mí fue hermoso tener acceso ilimitado al “Pave” mi postre preferido, como a comidas típicas de Paraguay por más que estamos en Alemania. Al mismo tiempo quería que mi pareja conozca todas las cosas que hay acá. Tenes las cosas ricas de dos culturas y eso te hace comer en exceso. En Alemania un montón de ropa disimulaba mi estado físico. Cuando llegue a mi peso máximo salimos del invierno alemán para pasar navidad en Paraguay. Justo en el mes que me presentaron a toda la familia me di cuenta que algo le pasó a mi cuerpo. Parecía que una avispa o algo me picó por lo hinchado que me veía… yo era una morsa flotando en la pileta. Y en ese estado me conocieron todos!! Que desastre… voy a entrenar para que la próxima vez que vaya estaré hecho una gacela!
5. El número de tus amigos se multiplica
Al ser la pareja de una latina automáticamente formas parte de su círculo social y todos te tratan como uno más. Estás invitado a casamientos, colaciones y cumpleaños de gente que a veces todavía ni conoces. Después de una noche y un cajón de cerveza te sentís como si les conociste por toda tu vida a estas personas que no saben pronunciar tu nombre (Es “Kai”… no es Ka´í, no es Kia, no es Kail, no es Sky…ES “Kai”)! Ahh y si…ya me dijeron que Ka´i en Guaraní significa mono. No sos el primero…
6. Fallas de comunicación
Cuando te comunicas en otro idioma siempre van a haber fallas de comunicación. Pero por ser extranjero se te perdona mucho, pero eso no te salva de momentos incomodos. En Paraguay por ejemplo hay un término en el idioma Guaraní que es “Mbore”. Por el contexto que escuché yo lo traduje como “que mal” pero en realidad es una grosería. Eso aprendí en la cena de navidad con toda la familia de mi novia presente cuando mi suegro en broma me dijo que para mí no iba a haber postre (soy adicto a los postres). A lo que con toda mi inocencia le respondí “MBOREEEE!” (… silencio…en el fondo, un gato gritando…) Después todos se empezaron a reír. No fue el mejor momento para aprender que “Mbore” es una grosería/insulto y por ende no tan adecuado para decirle a tu suegro en navidad…había sido!
7. Belleza exótica y tu mejor amiga
Lo siguiente no digo ni comparando ni evaluando y no es mi intención discutir cosas superficiales o generalizadas. Y tampoco estoy diciendo que en otros países latinoamericanos no sea así también! Solo quiero mencionar que desde mi punto de vista la mujer paraguaya tiene una apariencia muy linda. No sé si es la mezcla cultural o la influencia de los guaraníes, pero me parece que tienen algo “único”, exótico y muy bello.
Algo más llamativo todavía es que en Latinoamérica las chicas son muy “personajes”. Tienen mucho humor, son simpáticas y son tus “socias”. No se fijan en estereotipos ridículos. Te llevan al cine a ver Star Wars o a la cancha, juegan Xbox, ven Dragonball. A lo que voy con eso es que en general son muy espontáneas, abiertas y creativas. Son apasionantes y a mí que siempre me costó ser espontáneo y flexible fue algo contagioso que enriqueció mucho mi vida y que me regalo miles de experiencias nuevas. Por estas y muchas otras razones elegí a una Paraguaya para recorrer mi camino.