21 de junio de 2016
No te hace parte de su vida. Han pasado meses desde que salen juntos y jamás has conocido a sus amigos, colegas y mucho menos a su familia. Ojo: no se trata de que después de ir dos veces al cine deba presentarte a toda su familia. Pero si realmente le interesas, querrá irte integrando a su universo.
Siempre te llama a último momento. El sábado lo pasaron genial y te quedaste con el buen sabor de boca. Después pasa el lunes, martes, miércoles... y sigue sin dar señales de vida, a pesar de que le has enviado emoticones por whatsapp y/o le has puesto 'like' en Facebook para que se acuerde de que existes. El jueves te rehúsas a hacer planes con tus amistades porque seguro llamará para repetir el plan del fin pasado. Llega el sábado -por la madrugada- y te pregunta, si puede pasar a tu casa. Si tú recibes ese mensaje mientras estás divirtiéndote por tu cuenta y no te has privado de salir solo por esperarle. La realidad es que alguien que quiere algo en serio, planea. Ya sea a dónde va a ir el fin de semana, con quién va a ir a la boda de su primo o cómo es la persona con la que quiere comprometerse.
La relación no cambia. Las personas cambiamos de opinión, de forma de vestir de gustos y de planes todo el tiempo y es natural que una relación también se transforme. Y, si la cosa va en serio, entonces se vuelve más cercana y más íntima. Crece (igual que tú, tus planes y ambiciones). Si pasa el tiempo y sientes que estás estancado o estancada, que no puedes pedirle nada más, que no tienes más que ofrecer (o que no QUIERES ofrecer más), entonces la relación va camino a la mediocridad. Aléjate de ahí.
Con frecuencia habla de su ex. A veces postea en redes sociales mensajes crípticos que no tienen nada que ver contigo. O te cuenta de lo que solían hacer juntos, o de lo mucho que la otra persona le hizo daño. Incluso si la menciona para rajar o la usa para hacerte sentir mejor sobre vos, lo cierto es que no le ha olvidado. Y nada tiene de malo que cada uno tenga su pasado.
Te dice que no quiere nada serio. Duh, obvio ¿no? Lo cierto es que nuestro pensamiento mágico a veces nos traiciona. Conozco personas que no quieren nada, pero NADA con los que salen. Que los ignoran, los dejan al final de sus prioridades, lastiman su autoestima y aún así siguen disfrutando de la atención y compañía de esas personas.
Lo cierto es que cualquier relación (sea un noviazgo, un matrimonio o incluso una 'amistad con derechos') debe estar basada en la igualdad. La doctora Wind Goodfriend lo explica así: "la relación debe ser igual para ambos; las dos partes merecen todo el amor, atención y respeto del otro", si no es así, una de las personas tiene más poder que la otra -da igual si es el hombre o la mujer- y eso conduce fácilmente al abuso. "El amor no correspondido nunca termina bien", explica Goodfriend.
Fuente: elcomercio.pe