Hombre perdió 90 kilos en casi 10 meses

8 de agosto de 2016

Pesaba 181 kilos y luchaba a diario por tratar de encajar en una talla de ropa XXXL. Actualmente, Ross Gardener simplemente no se reconoce a sí mismo.

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Cuando era joven, Ross, oriundo de Florida, Estados Unidos, trabajó como mesero. Después de largas jornadas de trabajo se iba a casa y se daba atracones de comida chatarra hasta las dos de la madrugada. Por lo bajo, consumía 15 mil calorías al día y ese ritmo se mantuvo por alrededor de cinco años. ¿El resultado? Llegar sumó a su peso 90 kilos más.

“No reconocía a la persona que estaba mirándome en el espejo. Esta gigante. Yo no me quité la polera delante de nadie por seis años, estaba demasiado avergonzado por mi abdomen“, relató el hombre al medio inglés Metro.co.uk.’

Finalmente decidió buscar ayuda luego de ser forzado a pagar por dos asientos en un velo a las Bahamas, debido a su tamaño. Fue así como llegó donde un especialista quien le dijo que moriría en tres años si continuaba viviendo así. Fue una llamada de atención y la mano que necesitaba para salir adelante.

 “Al fin me di cuenta lo que le estaba haciendo a mi cuerpo y decidí hacer varios cambios severos. Cambié 15 mil calorías por 2.500 y en diez meses perdí alrededor de 90 kilos“, indicó.

Además de dejar la comida chatarra, también abandonó el alcohol y el cigarro. Y para tratar su relación enfermiza con la comida, asistió a una terapia conductual para entender por qué recurría a la comida para sentirse mejor. A medida que iba bajando de peso, también comenzó a asistir regularmente al gimnasio. Actualmente va seis o siete veces a la semana.

Su dieta antes de tomar la decisión de bajar de peso consistía en comer tres salchichas al desayuno, McMuffins de queso y huevo y dos croquetas de papa. Al almuerzo, comía papas fritas con carne o dos hamburguesas con aros de cebolla. Y como si fuera poco, a la hora de la cena podía comer una pizza completa.

El cambio ha sido tal que actualmente su desayuno solo incluye clara de huevo, frutillas y algunas castañas de cajú. Al almuerzo consume pollo con brócoli o bien un trozo de pescado con lentejas y porotos negros. Por último, la cena incluye pollo, pescado, carne de venado o de bisonte, siempre acompañadas de verduras.

En apenas diez meses Ross perdió la mitad de su peso, pero debido a la extrema baja también tuvo que someterse a una cirugía para remover el exceso de piel que quedó. “Mi ombligo estaba a la altura de mis rodillas y tenía que meter mi piel dentro de los shorts para esconderla. Era bastante humillante“, indicó, agregando que si bien ha sido un viaje largo ahora se siente “como un hombre nuevo”. También entró a la escuela de Medicina y se está formando como médico quiropráctico para así ayudar a otros en experiencias similares.

“Quiero demostrar que nunca es demasiado tarde para cambiar tu vida“, remató.

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