Mientras Australia festejaba el título conquistado por sobre Nueva Zelanda, Enya, responsable del estadio, agarró un micrófono, entró al terreno de juego y declaró su amor a Cerullo, jugadora de rugby de la selección de Brasil.

La reacción de la deportista no dejó dudas: las dos se fundieron en un intenso abrazo, ante la ovación y el aplauso generalizado del público.

“En tanto supe que Isadora iba a ser parte de la selección pensé que tenía que hacer esto de una manera especial. Se que la gente de rugby es espectacular y que iban a aceptar formar parte del momento“, dijo Enya.

Enya sostuvo que “puede parecer que se está llegando al final de algo en los Juegos Olímpicos, pero para mí es el comienzo de una vida con alguien”.

“Quise mostrarle a la gente que el amor gana. Ella es el amor de mi vida”, sentenció Enya, quien aseguró que no se había puesto nerviosa al proponerle matrimonio a su pareja de dos años frente a tanta gente.

Cerullo, formó parte del equipo olímpico de Brasil con tan solo 25 años y terminó en el noveno lugar en el primer torneo de rugby a siete en unos juegos. Esta posición les valió para clasificar a la próxima temporada de la serie mundial de la especialidad.