18 de septiembre de 2017
El emblemático monumento parisino instalará un muro de vidrio de tres metros de alto para proteger a los visitantes de la amenaza terrorista.
La torre Eiffel se blinda frente a la amenaza terrorista. El monumento más visitado del mundo, al que acuden anualmente seis millones de turistas, inicia este lunes los preparativos para construir un muro antibalas. Será de vidrio transparente, medirá tres metros de altura y costará 20 millones de euros.
Las obras arrancarán el próximo 5 de octubre y está previsto que terminen la víspera del 14 de julio del 2018, a tiempo para lanzar desde allí los habituales fuegos artificiales de la fiesta nacional francesa.
La gran dama de hierro ya estuvo fortificada de manera temporal durante el campeonato europeo de fútbol celebrado en el 2016, pero debido al persistente riesgo terrorista las autoridades locales han tomado la decisión de protegerla de manera permanente.
De paso, se acometerán algunas reformas para mejorar los accesos. Junto a la muralla antibalas que se levantará para separarla de la vía pública, se instalarán también unas verjas laterales de 3,24 metros de alto en la zona ajardinada. Eso permitirá eliminar las vallas actuales que trazan el pasillo donde los turistas hacen cola para comprar sus billetes y subir a la torre.
El proyecto corre a cargo del arquitecto Dietmar Feichtinger, responsable entre otras obras de la pasarela de acceso al famoso Mont Saint Michel. Su mayor reto será reforzar la seguridad del monumento sin generar en los turistas una sensación de angustia.