La página central del buscador muestra las letras habituales de google decoradas como una fiesta de cumpleaños en la que, una vez pulsado, se accede a la ruleta. Al girar, el buscador propone un juego con el que el usuario puede disfrutar de clásicos como el pac-man, el tres en raya, la serpiente y otras apuestas como ayudar a Beethoven a recomponer sus piezas maestras, descubrir el sonido de los animales o recordar celebraciones pasadas del buscador.

La historia de Google es la de otros tantos triunfos de jóvenes universitarios que acaban convertidos en multimillonarios. Poco imaginaban Larry Page y Sergey Brin que aquel proyecto fundado en la Univesidad de Stanford acabaría convirtiéndose en el buscador más importante del mundo.