Se conocieron en un bar, se casaron y ahora es princesa

19 de octubre de 2017

La historia de Ariana Austin (33) y Joel Makonnen (35) parece sacada de una película romántica, pero es cierta.

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Una mujer norteamericana conoció y se enamoró de un joven abogado, quien resultó ser nada menos que un príncipe etíope. Hoy, la pareja acaba de contraer matrimonio y ella se transformó en princesa.

Makonnen, quien es conocido como príncipe Yoel, es el tataranieto de Haile Selassie, el último emperador de Etiopía, gracias a lo cual pertenece a la aristocracia de su país.

La pareja se conoció hace hace más de una década en un bar en Washington (Estados Unidos), y la conexión fue inmediata, a pesar que el primer acercamiento no fue de lo mejor.

“Les dije: ‘Chicas, lucen como un comercial de Bombay Sapphire (una marca de ginebra)’“, recordó Joel en una entrevista con el diario The New York Time. Tras iniciar una conversación con Ariana y la amiga que la acompañaba, volvió al ataque y le dijo: “Tú serás mi novia”.

La pareja habló toda la noche, pero él jamás le dijo quién era, y sólo se limitó a contarle que trabajaba como abogado. No fue hasta que las cosas se volvieron serias que el joven reveló su identidad.

A pesar de haber nacido como uno de los herederos a la corona, sus padres fueron exiliados del país tras un golpe de estado, debiendo radicarse en Suiza y Francia. De hecho, su tatarabuelo fue el último de los 225 reyes del país hasta la revolución comunista etíope de 1974.

Una nueva vida

A medida que pasaron los años, Joel emigró a Estados Unidos para terminar sus estudios de leyes en Howard Law School, lo que le permitió trabajar en una importante empresa japonesa.

Paralelamente Ariana estudió literatura inglesa en la Universidad de Fisk. Posteriormente se especializó en arte, educación y escritura creativa en Harvard.

“Creo que ambos teníamos este sentimiento que era nuestro destino, pero siento que había cosas que necesitaba hacer antes de casarme”, aseguró Ariana.

La boda de la pareja se llevó a cabo el 9 de septiembre en una lujosa ceremonia cristiana ortodoxa etíope con 13 sacerdotes, dos coronas y un par de capas.

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