El domingo, aproximadamente a las 11:30 horas debía realizarse una boda en la Iglesia Santísima Trinidad de Asunción, todo estaba listo para la ceremonia, incluso ya se había realizado el pago de G. 800 mil para el oficio religioso, según los familiares. 

Sin embargo, la novia se retrasó unos minutos, por lo que la encargada del alquiler de la Iglesia, la señora María Luisa Torres, quiso cobrar G. 300 mil por encima del monto que ya se pagó argumentando que se trababa de "una multa" por el atraso.  

Esto generó molestia en las organizadoras del evento porque no es la primera vez que ocurre, señalaron. 

Una de ellas, la señora Elena Guerrero, decidió filmar el momento del pago generándose un verdadero escándalo dentro del lugar religioso, que incluso llegó a los golpes.

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