El Habeas Corpus presentado por los defensores del ex mandatario pretendía evitar la ejecución directa de la sentencia que le condenó a 12 años de cárcel por corrupción pasiva y blanqueo de dinero.

Al líder del Partido de los Trabajadores le queda una última instancia, El Tribunal Supremo, para evitar la prisión en las próximas semanas. La decisión fue tomada por unanimidad de los cinco miembros del Tribunal. 

De momento la aplicación de la condena queda paralizada, debido a que los defensores presentaron un recurso ante el propio tribunal que lo presentó. Aunque esta maniobra solo represente ganar tiempo, ya que se trata de un tipo de recurso que no permite cuestionar el fondo de la sentencia sino una explicación sobre los elementos que llevaron a la condena. Todo apunta a que este recurso sea rechazado por el Tribunal de Porto Alegre y consecuentemente la orden para que el Lula resida en la cárcel.

En Brasil se vive un momento deseos confrontados en la población, debido a que una gran cantidad de personas quiere que el ex presidente vaya preso pero por otra parte, también una gran cantidad de personas quiere que vuelva a ser el presidente del Brasil.