20 de marzo de 2018
El año pasado, solo en EE.UU., 63.600 personas murieron por sobredosis de algún estupefaciente.
Ante esta alarmante cifra de mortalidad por sobredosis, el Presidente de Norteamérica, Donald Trump, pidió pena de muerte para los traficantes.
El mandamás apeló a la pena capital como solución a terrible epidemia que barre Estados Unidos. Esta petición estuvo acompañada de la amenaza de demanda civiles y criminales contra las empresas farmacéuticas, cuya producción y venta masiva de medicamentos para el dolor son detonantes de la crisis sanitaria.