Tanto Alba como Araceli reconocieron haber estado en la casa donde estaban enterrados los cuerpos el sábado último y aseguraron que fueron invitadas por Bruno para realizar una fiesta en el lugar pero no se percataron de lo que allí sucedió.

Araceli Sosa narró con detalles lo que ocurrió ese sábado y cómo fue a parar en el lugar esa noche acompañada de su hermano Marcelo Sosa Díaz, quien tambien está imputado en calidad de cómplice y guardando prisión preventiva en la Peniteniaría de Emboscada.

También dijo que una vez detenido en Investigación de Homicidios, Bruno Marabel confesó a su hermano y al taxista cómo y por qué asesinó a toda la familia y luego los amenazó de muerte si es que contaban lo que escucharon. Agregó que uno de los agentes de Investigación de Delitos le dijo a Bruno que no cuente lo que hizo.

Además, comentó que llegó a conocer a Julio Rojas, padre de Dalma, y que habló unos minutos con él. Según su relato, el hombre le dijo que se dedicaba a la compra y venta de terrenos y que le podía conseguir uno a 10 millones de guaranies. Luego se retiró de la casa y que ese mismo día vio a Bruno llegar  al trabajo con una herida en el dedo de la mano.

Alba Armoa, la otra mujer imputada en calidad de cómplice, también dio su versión. Aclaró que ella no es la nueva novia de Bruno como sostiene la Fiscalía y que solo lleva hablando con él unos cuántos días.

Aseguró que no conocía a los otros integrantes de la familia y también dijo ser inocente.

De acuerdo al Ministerio Público, las cuatro personas procesadas habrían participado en los asesinatos de Julio Rojas Delvalle (52) y Elva Graciela Rodas de Rojas (51), su hija Dalma María Rojas Rodas (25); y los dos hijos de Dalma: Cristian Santino Barrios Rojas (6) y Saulo Pío Nahir Rojas (4).

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