Habló de los jóvenes que representan una enorme potencial de la iglesia y de nuestro pueblo como discípulos y misioneros del Señor. Habló de la generosidad de los jóvenes y sobre la sensibilidad hacia las causas nobles y que no temen el sacrificio ni la entrega de su propia vida pero que los jóvenes le temen a una vida sin sentido, a las falsas ilusiones de felicidad y a los paraísos engañosos de la droga, el placer, el alcohol y toda forma de violencia.

El Monseñor pidió perdón por todos los  abusos de menores y otros delitos "la vida de sacerdotes y religiosos no siempre corre por los cauces del evangelio". Además pidió se denuncie tales delitos se denuncien ante la justicia y agregó que la iglesia no es un lugar para delinquir.

El Mons. Ricardo Valenzuela destacó la preocupación hacia la crisis de la moral pública, de la vida política y de la administración judicial, de la  situación de injusticia social y económica de la población. La actuación de varios políticos y dirigentes políticos al no tener programas bien pensados al no tener programas bien pensados y de un comportamiento no adecuado a su investidura creando está un mal estar y descontento y grandes sectores de nuestra patria. Asegura que todo lo anteriormente mencionado nos obliga a decir: "Basta ya, basta a la desvergonzada corrupción a la que se ha llegado".

Seguido de esa cargada homilía se concatenaba otra fuerte crítica hacia los encargados de impartir las leyes diciendo: "La Ley no es igual para todos. Es sabido que los políticos tienen sometidos a los jueces y fiscales" y remataba este apartado mencionando que nos encontrábamos al borde de la justicia por mano propia. Instó a recuperar la credibilidad perdida y recordó al sector de la población que se encuentra con un descontento hacia varios de nuestros representantes, porque se han alejado de los temas principales de nuestra sociedad y cargan con el peso de delitos como son el tráfico de influencias, las protecciones mutuas de autoblindaje, los privilegios, salarios altos, mecanismos de represión y otras cosas. 

En la homilía, el Monseñor reflejó el cansancio y el hartazgo del país, de que el pueblo está cansado de esta clase de autoridades, cansado de la injusticia, cansado por la falta de oportunidad y de un empleo, cansado de la violencia y de la inseguridad reinante en las calles, cansado de los egoístas que buscan solo su bienestar individual, casado de los insaciables de dinero y de poder, cansado de los que abusan del poder, cansado de los que oprimen y compran conciencias ajenas, cansado de los que negocian sectorialmente los bienes del país, cansado de los que hipotecan el futuro de los niños y jóvenes, cansado de los que enseñan a los niños y jóvenes ir contra su propia naturaleza, cansado de la pornografía, los robos, la violencia, secuestros y homicidios, del cultivo cada vez más creciente de drogas y su tráfico impune y el consumo desmedido de bebidas alcohólicas que tantas tragedias ya produjo. El Monseñor culmina con este apartado diciendo: "Cansado de la Corrupción generalizada, a esto le decimos: ¡Basta ya!"

Recordó lo mencionado por el Papa Francisco en la Misa de Santa Marta , el 11 de noviembre del 2011, sobre la corrupción: "Jesús dice que al cristiano que tiene doble vida y que finge ser benefactor de la iglesia pero que roba al estado y a los pobres se le debe poner una piedra de molino al cuello y arrojarlo al mar. No lo digo yo, lo dice Jesús. La doble vida de un cristiano es una injusticia, porque estas personas engañan. Esta es la diferencia entre el pecador y el corrupto, quien tiene una doble vida es un corrupto. Se puede ser pecador, porque lo somos todos, pero no corrupto"

Insistió con la corrupción y esta vez se refirió a la definición etimológica de la palabra que quiere decir "Acción y efecto de corromper" y que corromper significa depravar echar a perder, sobornar a alguien, pervertir, dañar. Se refirió a la podredumbre de las instituciones, tanto públicas como privadas, que son como el árbol, que empieza a pudrirse desde arriba hacia abajo, nunca desde la raíz, es decir que empieza por la cabeza de la institución.   

Recordó a la beata paraguaya, María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como "Chiquitunga", quien con humildad y simplicidad buscó cumplir la voluntad de Dios. Pidió que sea ella un estímulo y ejemplo vivo para todos nosotros, al recordar su lema preferido: "Todo te lo ofrezco Señor".

Anunciando el cierre de su extensa ponencia siguió con una cita de Martin Luther King: "Una Nación se sentencia a si misma cuando sus gobernantes legalizan lo malo y prohíben lo bueno y cuando su iglesia cobardemente se vuelve cómplice con su silencio" y continua "Hemos hablado, roñe´e" 

Cierra mencionando una cita bíblica del Libro del Deuteronomio: "He puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia" y baja a nuestra realidad esto que mencionó, diciendo: "Tu eliges, eliges un Paraguay postrado por la corrupción que ha echado a perder los sueños e ilusiones de muchos compatriotas o eliges un Paraguay que brille por su justicia, donde la ley es igual para todos, sus representantes son de mente y corazón honorables, los administradores de los asuntos públicos son personas honradas, capaces Y trabajadoras, donde se dé la búsqueda incesante del bien común para que cada paraguayo tenga una vida digna, una educación buena integral, tierra techo y trabajo digno. Hermanos, hermanas,  compatriotas tú eliges"