Las consecuencias en el ser humano por su exposición a los agrotóxicos son: aborto, cáncer, infertilidad, malformaciones congénitas entre otros.

La investigación fue realizada en el año 2016 a dos poblaciones de niños de entre 5 a 10 años de San juan de Canindeyú y la Compañía Sargento Báez. La primera expuesta al rocío de agrotóxicos como el glifosfato y la segunda no expuesta.

El estudio comprobó que existe una relación directa entre las poblaciones expuestas a los agrotóxicos y la posibilidad de padecer enfermedades genéticas y en muchos casos letales. Si bien la población estudiada es pequeña, se encuentra dentro de los parámetros para considerarla relevante.

En nuestro país existen 3.500.000 Ha. de plantaciones de soja y solo en el 2016 se registraron 46 mil toneladas de agroquímos. Esto quiere decir que al igual que en San Juan de Canindeyú existen otras comunidades que se encuentran expuestos a estos agroquímicos. 

Según la investigadora Stela Benítez Leite, puede ser expresión de una mutación hacia enfermedades que afecten el neurodesarrollo o está relacionado con parkinson, diabetes o puede derivar a un cáncer. Además asegura que puede producir en generaciones futuras teratogénesis, es decir, aborto espontáneo, malformaciones, etc.