Una joven ecuatoriana de 18 años vino a nuestro país para alquilar su vientre a una pareja de Alto Paraná por USD 9000, pero antes de iniciar el tratamiento se arrepintió y solicitó ayuda a las autoridades por presuntos maltratos.

La mujer habría aceptado inicialmente ser mamá de alquiler porque tenía intenciones de juntar ese dinero para poder seguir una carrera universitaria, según la denuncia. 

Llegó a nuestro país el  26 de noviembre, pero antes de iniciar el tratamiento se arrepintió por lo que no firmó el contrato con la pareja, donde decía que ambos se comprometían a pagarle la suma de USD. 9000 mensuales por nueve meses. 

Luego de no firmar, la joven denunció que comenzó a recibir maltratos por parte de los mismos y que tampoco le permitían volver a su país de origen. Se contactó con el consulado de Ecuador para una denuncia que acabó siendo realizada por la Defensoría del Pueblo.