Freddie High­more, su reto, el autismo

3 de julio de 2019

El actor de 27 años protagoniza El Buen Doctor, serie con la que espera llegar a las personas con este padecimiento y a quienes se han sentido discriminados

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Después de su exitoso trabajo en Bates Motel, Freddie High­more se aleja de los homicidas para interpretar a Shaun Murphy, un doctor con problemas de autismo.

El actor ase­gura que El Buen Doctor es un cambio en su carrera, en espe­cial porque pue­de hablar de este trastorno de la que pocos quieren, pero también de otros te­mas, como el acoso laboral y el bullying.

Pero asegura que no pre­tende englobar, a través de su personaje, a todos los que pa­decen esta condición, porque al final del día ésta se ma­nifiesta de acuerdo a cada persona.

“Creo que Shaun jamás podrá repre­sentar a todos los que padecen este trastorno. Hay muchas manifesta­ciones del autismo. No es el típico per­sonaje líder de un programa, pero es­pero que él pueda tocar a aquellos, no sólo con esta condición, sino los que se han sentido diferentes, que han sido discriminados por cualquier razón.

Espero que todos puedan conectar con él. Es un reto in­terpretar a este personaje tan complejo, creo que es impor­tante mostrar todo esto, por eso realicé una investigación exhaustiva, algo que no había hecho con ningún otro perso­naje”, dijo en conferen­cia telefónica desde Vancouver.

Ahora, Highmore graba en Canadá la segunda tempora­da de esta produc­ción, que cuenta la historia de Shaun Murphy, un joven ci­rujano con autismo y síndrome del sa­bio de una pequeña ciudad, donde tuvo una infancia problemática; luego se muda para unirse al prestigioso departamento de cirugía en San Jose St. Bona­venture Hospital.

“Creo que es increíble mostrar debilidades y fallas en los personajes, porque no­sotros como actores podemos identificarnos también, pero es casi una sorpresa, un per­sonaje como éste en un canal abierto en Estados Unidos, aunque creo que es necesario.

Considero que hay algo de optimismo al mostrar a alguien en la televisión con quien la gente se pueda iden­tificar, en especial en estos días en que la gente es acosa­da. Siempre es bueno hablar del tema y quizá nos pueda dar un poco de esperanza so­bre la humanidad”, agregó.

La serie también es la oportunidad para High­more, de 27 años, de volver a dirigir y a escribir, al igual que sucedió en Bates Motel.

Estamos grabando la se­gunda temporada. Estamos entre escenas y tomas, y todo está maravilloso. Y sí, puedo escribir y dirigir un episodio para la segunda temporada. Estoy muy emocionado de colaborar con David Shore en este programa y por lo que pueda hacer con él”, agregó.

Según la organización Au­tism Speaks, “el autismo es un trastorno neurológico com­plejo que dura toda la vida. Se presenta en cualquier grupo ra­cial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas”. Establecen que “daña la capaci­dad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También está asociado con rutinas y comportamientos repetiti­vos, tales como arreglar ob­jetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar des­de leves hasta muy severos”.

“La mayor investigación que hice sobre el autismo, es que hay una diversidad enor­me sobre cómo se manifies­ta y también que ésta no los exenta de salvar una vida. Desde el inicio tuve una con­versación sobre el porqué de este personaje, sobre quién sería, fue leer el piloto, los guiones. También nos tuvi­mos que asegurar de no mos­trarlo como una víctima.

Y la segunda temporada irá más sobre sus deseos, lo que él busca, para llevar un mejor ritmo de la historia. Es­pero que podamos alertar so­bre distintos temas médicos que persisten y que se realice una seria conversación sobre el autismo”, finalizó.

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