Cada 12 de septiembre la iglesia celebra el santísimo nombre de María, establecida con el objetivo de que entreguen a Dios, por medio de la Santa Madre, sus necesidades y agradezcan la protección y su bondad. 

El evangelista San Lucas señalaba en el capítulo 1 versículo 27: “el nombre de la virgen era María”. La gran devoción al Santo Nombre de Jesús, abrió el camino para una conmemoración similar del Santo Nombre de María. La fiesta se empezó a festejar desde el año 1513.

Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “el nombre de todo hombre es sagrado. El nombre es la imagen de la persona. Exige respeto en señal de la dignidad del que lo lleva. El nombre recibido es un nombre de eternidad. En el reino de Dios, el carácter misterioso y único de cada persona marcada con el nombre de Dios brillará a plena luz”.

Si el nombre de los hombres merece respeto, mucho más los Santos nombres de Jesús y la Virgen María.

Fuente: aciprensa.com