El reconocido empresario argentino Federico Álvarez Castillo, dueño de la marca Etiqueta Negra, explicó que fue victima de una "broma de muy mal gusto" que tuvo lugar en su casa de Uruguay, donde está de vacaciones.

Al parecer, un amigo suyo que le debía un asado, lanzó el cerdo aparentemente muerto, desde el helicóptero directo a la piscina de su domicilio ubicado en Punta del Este. 

Tras la indignación de los internautas, el millonario de 60 años publicó un comunicado en su cuenta de Instagram en el que negó que estuviera relacionado con el suceso.