Ir al hospital para una operación no es nada fácil, mucho menos para los niños. El Dr. Robert Parry,  cirujano pediátrico del Hospital de Niños Akron de Ohio, ofrece un trato único a sus pequeños pacientes.

Después de cada operación el cirujano agarra sus pinceles y sorprende a los niños poniéndoles vendas con sus dibujos animados favoritos para aliviar la tensión que genera dicho procedimiento.

Este hermoso gesto le lleva cinco minutos pero hace una gran diferencia para sus pacientes. Los padres salen muy conmovidos del hospital por ese toque extra que le agrega el doctor a su trabajo, que ayuda a que sus hijos se sientan mejor.

"Aunque el bolígrafo tal vez no sea más poderoso que el bisturí, el cirujano pediátrico Dr. Robert Parry siempre se toma un momento para asegurarse de que una cicatriz no sea el único recuerdo duradero del procedimiento quirúrgico de un niño. Él los sorprende con un dibujo a mano disfrazado de un personaje o algo que les interese personalmente a ellos.", escribieron desde la página oficial de facebook del hospital destacando la labor del cirujano.