El gran almuerzo comunitario fue preparado gracias al aporte de varias familias que donaron para el caldo ava: 250 kilos de menudencias, puchero, 700 kilos de verduras y 400 kilos de mandioca. También un novillo para el asado, que fue lo más solicitado del día. 

Para evitar la aglomeración en el lugar, las personas debían acercarse con sus platos o recipientes y luego volver a sus casas. Los organizadores también transportaban la comida hasta las distintas comunidades, en especial hasta aquellas donde viven los más vulnerables.

La iniciativa fue otra muestra del gran corazón de las familias paraguayas para ayudar a los que más necesitan.