Nueva Zelanda es uno de los países más exitosos en la gestión de la crisis del COVID-19 y usó esta estrategia para salir de la cuarentena. 

Una burbuja social consiste en limitar las relaciones sociales a un mismo grupo de personas para que se pueda hacer un seguimiento de los contactos asignados y que, en caso de que se dé la infección, no se propague masivamente sino que pueda permanecer sólo en esa burbuja.

¿Cómo se forma una burbuja social?

Por ejemplo, cada casa con sus habitantes es una burbuja, la estrategia permite que esa casa amplíe su contacto con hasta 10 personas más. Y que estas personas elegidas vivan cerca, en su barrio o ciudad, se reúnan en sus respectivas casas manteniendo las normas sanitarias y que además sean las 10 personas asignadas entre sí.

La estrategia está dando muy buenos resultados y ayudando a varios países a salir de la cuarentena.