La intervención, liderada por el médico Carlos Morinigo, fue realizada en el Instituto Nacional de Enfermedades y del Ambiente (INERAM), donde el equipo de profesionales logró extraer el foquito que era parte de un juguete.

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Según el doctor Morinigo, la cirugía fue bastante complicada e indicó que la salud del niño estaba comprometida, pero afortunadamente tuvo un buen resultado y el pequeño podría volver a su casa en las próximas horas. 

Se insta a los padres a tener cuidado con este tipo de objetos, ya que los pequeños podrían tener ciertas complicaciones al aspirarlas.