El artista de rhythm and blues The Weeknd, hijo de inmigrantes etíopes, fue la estrella éste año en el show del "Súper Bowl LV", en el marco del enfrentamiento entre los Chiefs de Kansas City y los "Buccaneers de Tampa Bay.

El resultado culminó en 31-9 a favor de los Buccaneers, donde se lució Tom Brady y obtuvo su séptimo título.

En el espectáculo del famoso receso, el canadiense de 30 años (The Weeknd) recorrió sus grandes éxitos bajo un juego de luces que fue recibido de diferentes maneras. Muchos resaltaron el estilo original de su música, mientras que las críticas expusieron que hubo fallas en el sonido, además de que el espectáculo en sí no estuvo a la altura de años anteriores.

Recordemos que en el 2020 el show de Shakira y Jennifer López fue visto por 104 millones de personas y elogiado en todo el mundo. Aunque no es menor el dato de que este año la pandemia de covid-19 marca la diferencia.

En sus 55 años de historia es la primera vez que este espectáculo se hace casi en su totalidad desde las gradas, con el fin de cumplir los protocolos de seguridad. 

"Todos crecemos viendo a los artistas más grandes del mundo actuando en el Super Bowl y uno sueña con poder estar en ese lugar", dijo The Weeknd al enterarse de que había sido elegido.

Hubo algo que llamó la atención durante los 13 minutos de presentación que fue las vendas en las caras de los bailarines. "El significado de todo esto de las vendas en la cabeza es una reflexión sobre la absurda cultura de las celebridades de Hollywood y cómo las personas se manipulan a sí mismas por razones superficiales para gustar a los demás y ser validados", resaltó.