Se trata del profesor británico Angus Dalgleish y el científico noruego Dr. Birger Sørensen, quienes escribieron que han tenido evidencia primaria “de retroingeniería en China” desde el 2020, pero fueron ignorados por los académicos y las principales revistas médicas, según recoge el portal Fox News, que a su vez se hace eco de la publicación de The Daily Mail.
Durante su investigación de la vacuna COVID-19, la pareja encontró “huellas digitales únicas” que indicaban que el virus no provenía de la naturaleza, dijeron. La pista reveladora fue un hallazgo raro en el virus portador de COVID de una fila de cuatro aminoácidos, que emiten una carga positiva y se unen a células humanas negativas, añade la nota.
La conclusión de esta investigación apunta que “la probabilidad de que sea el resultado de procesos naturales es muy pequeña”.
“Las leyes de la física significan que no se pueden tener cuatro aminoácidos cargados positivamente seguidos”, dijo Dalgleish al Daily Mail. “La única forma de conseguirlo es si lo fabrica artificialmente”, subrayó.
Por último, se refirieron a la situación de la pandemia, que hoy es diferente a lo esperado. “Se esperaría que una pandemia de virus natural mute gradualmente y se vuelva más infecciosa pero menos patógena, que es lo que muchos esperaban con la pandemia de COVID-19, pero que no parece haber sucedido”.