18 de diciembre de 2014
George Stinney Junior tenía 14 años cuando fue sentenciado a la silla eléctrica acusado por el asesinato de dos niñas blancas en 1944.
Luego de 70 años, la justicia de los Estados Unidos exoneró a un niño condenado a muerte. La familia sostiene que el juicio por el que fue sentenciado a la pena de muerte duró solo tres horas y que se basó en una confesión que supuestamente habría sido obtenida por la fuerza.
Los familares de Stinney y distintos abogados han intentado durante años reabrir el caso, dado que también dicen que no había evidencia y que el argumento más fuerte era que el chico había sido hablando con las niñas, de 11 y 8 años.