Cuando el amor es más fuerte que una dificultad física

24 de diciembre de 2014

Mercedes Vázquez es una anciana de 95 años y está ciega, a pesar de eso mantiene la tradición de un pesebre hace más de 80 años y es el más grande de la ciudad de Fernando de La Mora, Zona Sur.

Compartir

Su pesebre es la herencia de su abuela y su madre, por lo que hay imágenes que podrían tener hasta más de 80 a 100 años, acompañados de nuevas figuras.

Su sentido de tradición y devoción es muy grande por el niño Jesús. Desde que tiene 11 años de edad pone el pesebre y nunca, hasta el día de hoy, faltó a esa costumbre a pesar de su avanzada edad y las enfermedades que la aquejaron y las dificultades físicas que atraviesa. Ella ya no puede ver su pesebre ya que está ciega.

La belleza y el esmero por su pesebre son siempre grandes a pesar de su extrema pobreza, pues vive en una situación muy precaria.

Según Alcides, un vecino de Mercedes, la anciana le contó que el niño Jesús le hizo el milagro de darle la casita que tiene ya que era en su juventud vendedora de frutas.

Para los vecinos, Mercedes es mentalmente muy lucida, a pesar de todas las dificultades y sus 95 años. Los mismos afirmaron que ella conversa bastante bien pero casi todo en guaraní.

“Muchos colaboran siempre con ella para hacer este lindo pesebre, el niño que pone tiene más de 80 años”, explica Alcides.

Compartir

Más notas: