Un hombre se entregó a la policía brasileña tras admitir haber asesinado a 11 personas en el estado brasileño de Río de Janeiro tras haberse arrepentido supuestamente del último homicidio, informaron hoy fuentes policiales.

El asesino, Michel de Oliveira, de 31 años, se entregó voluntariamente la semana pasada en una comisaría y fue presentado hoy a la prensa, ante la que confesó los asesinatos, ocurridos entre 2009 y 2012.

La policía brasileña identificó a ocho de las once supuestas víctimas, incluyendo el padrastro del homicida confeso, que fue apuñalado antes de ser descuartizado.

Cinco de los ocho asesinatos reconocidos fueron en Japerí, en los suburbios de Río de Janeiro, y tres en Teresópolis, ciudad en la región serrana de este estado brasileño.

"Decidí entregarme porque estaba arrepentido y cansado de esta vida. Era mucha droga; hice muchas barbaridades", declaró De Oliveira.

El detenido afirmó que empezó a cometer homicidios a los quince años, cuando encontró el cuerpo de su hermano asesinado, y que desde entonces "alimenté ese odio dentro de mí".

La primera víctima fue el asesino de su hermano, al que mató con cinco balazos en la cabeza algunos años después, y que es el único crimen que dice haber cometido por venganza.

"Los motivos de los crímenes (que se atribuyó) son diversos y no pueden ser clasificados como asesinatos en serie. Las muertes ocurrieron entre 2009 y 2012", aseguró el jefe de la comisaría 63, Flávio Loureiro, responsable por las investigaciones.

Su entrega se produjo sólo tres semanas después de la detención de un hombre de 26 años que aseguró haber matado a otras 42 personas en Río de Janeiro.

En octubre, la Policía brasileña arrestó al asesino confeso de ocho mujeres, que también es sospechoso de haber cometido otros 31 homicidios en la ciudad de Goiania, capital del estado de Goiás (centro).

FUENTE: spanish.china