La tecnología avanza y aquello que era impensado se vuelve posible por ello, ahora rastrear un teléfono es posible sin utilizar datos o Wi-Fi: la clave es la utilización de la batería.

Así lo indica un informe realizado por la Universidad de Stanford y la consultora Rafael Ldt. "Nosotros sólo asumimos el permiso para la conectividad de red y el acceso a los datos de potencia. Estos son permisos muy comunes para una aplicación, y es improbable levantar sospechas de parte de la víctima", aseguran los especialistas.

En la actualidad hay 179 aplicaciones disponibles en la tienda de aplicaciones de Android, Google Play, que piden esa información, según indican los investigadores.

Escuchar música, activar mapas, tomar llamadas de voz o utilizar redes sociales son algunas de las cuestiones que más batería consumen.

Las pruebas se llevaron a cabo en teléfonos que utilizan la red 3G, pero no midieron la intensidad de la señal porque este dato está protegido por el dispositivo.