Law Wang-tun fue hallada culpable de 18 cargos a principios de este mes, que incluían asalto, lesiones corporales graves, intimidación criminal y ausencia de pagos.

La empleada doméstica Erwiana Sulistyaningsih aseguró en el juicio que pasó hambre y que fue golpeada y encerrada por Law.

Sulistyaningsih regresó a Indonesia en busca de tratamiento hospitalario. Las fotografías de sus lesiones provocaron protestas de trabajadores migrantes en Hong Kong.

Ahora ha puesto en marcha una campaña para exigir mejores condiciones para las millones de mujeres indonesias que trabajan en el extranjero para mantener a sus familias.

Fuente: BBC