6 de marzo de 2015
Habitantes de St. Pauli, barrio de una ciudad alemana, implementan una sustancia por las paredes para que las personas ya no puedan orinar en ellas.
Los habitantes de St. Pauli, el barrio de la ciudad alemana de Hamburgo, han decidido luchar de una manera novedosa contra los borrachos que orinan en las calles. Han recubierto una gran cantidad de paredes con sustancias superhidrófobas que hacen que la orina salpique hacia atrás y sea mucho más incómodo y complicado.
Solo algunas de las paredes tratadas con la sustancia tienen carteles de aviso, pero otros sitios no han sido señalizados. La campaña en principio parece medio tonta, pero podría funcionar.