Tras una llamada telefónica al 911 por disparos de arma de fuego, agentes de la Comisaría 12 Metropolitana acudieron a la casa y encontraron el cuerpo sin vida del suboficial César Morel de 43 años de edad.

Según los intervinientes, el cadáver estaba recostado por la pared con una herida de bala a la altura de la cabeza, pero lo extraño del caso es que estaba con las manos atadas con cadenas de seguridad.

Los vecinos están conmocionados ante el hecho, ya que consideran al hombre como buena persona, destacando que nunca había tenido problemas con nadie en el barrio.

Hasta el momento no existe una línea investigativa categórica y determinante para el Ministerio Público. En ese sentido, indicaron que los pobladores de la zona no habrían escuchado disparos o discusión previa, lo que llama más la atención.