Sábado Santo

4 de abril de 2015

Durante el Sábado Santo la comunidad cristiana permanece junto al sepulcro de Jesús, meditando su pasión y su muerte.

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Es el día del silencio: la comunidad cristiana vela junto al sepulcro. Callan las campanas y los instrumentos. Se ensaya el aleluya, pero en voz baja. Es día para profundizar. Para contemplar. El altar está despojado. El sagrario, abierto y vacío.

Es un día de meditación y silencio. Algo parecido a la escena que describe el libro de Job, cuando los amigos de Jesús que fueron a visitarlo, al ver su estado, se quedaron mudos, atónitos ante su inmenso dolor: "se sentaron en el suelo junto a él, durante siete días y siete noches. Y ninguno le dijo una palabra, porque veían que el dolor era muy grande" (Job. 2, 13).

Entre la muerte del Viernes y la resurrección del Domingo la comunidad cristiana se detiene en el sepulcro. Un día puente, pero con personalidad. 

Fuente: aci.com

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