Orson Welles, cien años del nacimiento de un genio del cine

6 de mayo de 2015

Este miércoles se cumplen cien años del nacimiento del cineasta Orson Welles, el 6 de mayo de 1915. Aventurero y fabulador, enemigo de la ortodoxia y visionario. También egocéntrico y embaucador. El fracaso comercial de su ópera prima y su negativa a plegarse a estándares ajenos le enemistaron con Hollywood y dieron lugar a una carrera plagada de dificultades.

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Aquí están diez claves para entender el genio de Welles:

1. Inicios en el Teatro. Joven prodigio y huérfano desde niño, volcó su pasión en el teatro y encontró su hueco en la escena neoyorquina gracias al programa gubernamental Federal Theatre Project, con el que produjo adaptaciones de Macbeth -con un reparto completamente afroamericano- y The Cradle Will Rock.

Poco después y, tras obtener la recomendación, entre otros, del novelista y dramaturgo Thornton Wilder, formó en 1937 la compañía del Teatro Mercury, junto a John Houseman. Su primera obra allí: Julius Caesar, adaptada a los tiempos modernos con una alegoría sobre el fascismo.

2. La guerra de los mundos. La paranoia radiofónica creada en 1938 por Welles a partir de la novela de H.G. Wells. fue una célebre pieza radiofónica de la cadena CBS que logró instaurar la histeria en la sociedad estadounidense.

Fueron 60 minutos que recreaban la llegada de marcianos a Nueva Jersey y la destrucción de barrios enteros con rayos mortíferos. En realidad, se trataba de una broma previa a la noche de Halloween que dejó a los oyentes con el vello de punta.

3. Los estudios RKO. La brillante travesura de La guerra de los mundos le abrió las puertas de Hollywood de par en par y los estudios RKO le firmaron su primer contrato y le dieron control artístico absoluto: con 26 años interpretaría, dirigiría, escribiría y produciría su siguiente proyecto.

Esa confianza desembocó en Ciudadano Kane, un fracaso comercial que hizo perder 150.000 dólares a la empresa, una de las compañías clásicas del Hollywood dorado. Por ese motivo, nunca pudo recuperar la confianza de los grandes estudios.

4. Ciudadano Kane. La ópera prima del artista (1941) es considerada una de las mejores películas de la historia, candidata a nueve Óscar, incluidos el de mejor película, mejor actor y mejor director (ambos para Welles). Obtuvo el de mejor guión original, reconocimiento compartido por el cineasta con Herman J. Mankiewicz.

La cinta cuenta la vida del magnate de la prensa Charles Foster Kane, una figura ficticia basada en la vida del magnate William Randolph Hearst.

 "Mi gran aportación a Ciudadano Kane fue la ignorancia; no sabía que hubiera cosas que no se podían hacer", dijo años después Welles.

5. Rosebud. Es el último suspiro de Kane antes de morir en una secuencia legendaria que forma parte de los anales del cine. Se trata de la palabra escrita en el trineo con el que el protagonista jugaba de niño en la nieve, y la escena, aun siendo un gran misterio para muchos, ilustra la infancia perdida del personaje, convertido en millonario a una pronta edad.

6. Shakespeare. Su gran pasión. Macbeth la rodó en menos de un mes en 1948 dentro de un estudio, mientras que la filmación de Othello se alargó entre 1949 y 1952 por problemas de financiación, que le obligaron a aceptar distintos trabajos alimenticios para reunir el dinero necesario para completar el proyecto.

A pesar de las numerosas críticas, se alzó con la Palma de Oro del Festival de Cannes. Campanadas a medianoche (1965) fue rodada en 1965 en España con un presupuesto ínfimo que le obligó a rodar una sola toma de cada escena.

7. Matrimonio con Rita Hayworth. Welles se casó tres veces y tuvo un hijo con cada mujer. Su primera esposa fue Virginia Nicholson, cuyo matrimonio duró desde 1934 hasta 1940.

Tres años más tarde se casó con Rita Hayworth y se divorciaron en 1948. Filmaron juntos La dama de Shanghai (1947).

Con Paola Mori se casó en 1955 y el matrimonio se mantuvo hasta la muerte de Welles, aunque eso no le impidió mantener una relación de 19 años con la actriz croata Oja Kodar.

8. Sed de mal. Posiblemente, una de las escenas más analizadas y estudiadas de su filmografía es el plano secuencia de más de tres minutos con el que abre el filme. Sin duda, uno de los ejemplos del virtuosismo y sincronización con la cámara de Welles, con cambios constantes del encuadre, intercambiando planos y mostrando la amplitud del espacio.

9. Amor por España. Las cenizas de Welles, amante de España y en concreto de Andalucía y los toros, reposan en Ronda (Málaga), en la finca Recreo de San Cayetano, propiedad del exmatador de toros Antonio Ordóñez, donde se depositaron por expreso deseo del cineasta, una petición recogida en su testamento.

10. Reconocimientos de la Academia y el Afi. John Huston presentó el Óscar honorífico a Welles en 1971 y el artista, que no estuvo presente en la ceremonia, lo aceptó con un vídeo donde dijo: "Es más divertido mirar adelante que hacia el pasado. Treinta años de carrera dan para mucho, pero no puedo olvidar que pasé ese tiempo solo".

En 1975 recibió el homenaje del Instituto del Cine Americano (1975) y volvió a emocionar: "Este honor sólo lo puedo aceptar en nombre de todos los inconformistas. Pueden ir por libre, pero no se consideran únicos ni se ven como los mejores".

Fuente: elprogreso.galiciae.com

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