Nepal aumenta su desesperación sin que la ayuda humanitaria termine de llegar

13 de mayo de 2015

El nuevo terremoto devolvió a Nepal las escenas de miles de personas durmiendo en la calle y huyendo hoy de forma desesperada de Katmandú, además de incrementar los daños y de dificultar aún más la ayuda humanitaria.

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El nuevo temblor, de 7,3 grados, causó ayer al menos 91 muertos y 2.428 heridos, según los últimos datos de la Policía nepalí.

Cientos de personas que habían regresado a Katmandú con la esperanza de una aparente vuelta a la normalidad en la capital nepalí intentan huir de nuevo de la ciudad, donde tras otra noche a la intemperie continuaron las réplicas.

Muchedumbres con maletas se arremolinan en lo que queda de las estaciones de autobuses, desesperadas por dejar atrás el miedo y la incertidumbre que se volvieron a instalar en la ciudad.

“Lo tienes todo si estás vivo, por eso he decidido abandonar Katmandú”, dijo a Efe Hari Ram, mientras luchaba por conseguir un billete para Dang (oeste), como tantos muchos en la principal dársena capitalina, la de Kalanki.

Tan sólo dos horas después de que regresase ayer a la capital nepalí, Rojina Pathak volvió a sentir como la ciudad sufría una nueva arremetida telúrica, ahogando su esperanza de recuperar la normalidad en su vida y dejándola “sin otra opción que pasar toda la noche bajo una lona”, explicó a Efe la mujer.

Como Pathak, más de un millón de personas abandonaron el valle de Katmandú tras al gran seísmo del pasado día 25, que según los últimos datos oficiales causó al menos 8.219 fallecidos y 17.866 heridos.

El terremoto del 25 de abril fue el de mayor magnitud en Nepal en 80 años y el peor en la región del Himalaya en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira. EFE.

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